
Tu espíritu inglés
puso su tienda en tus poemas,
y tu apasionado corazón
se dio prisa a heredar
al mundo tu romanticismo.
John Keats:
Descansa de tus fatigas
en un mundo que,
al parecer, te ha olvidado.
Tu pluma exquisita
y taciturna me inspire
a perseverar, cantando a la luna
mis temores pintados de nostalgia
y mi espíritu mexicano,
empobrecido y sin esperanza.
Keats, inspírame las palabras exactas
para seguirle cantando a la vida,
mientras vaya muriendo mi cuerpo
y feneciendo mi alma.